Con la imprudencia , la impudicia y la ignorancia del novel , no tiene reparo en avalar y justificar la tropelía medioambiental que ha ejecutado la concejalía de urbanismo en la Avenida de la Constitución, haciéndole el “caldo gordo” al Sr. Antonio Noria que ha encontrado un buen lerdo que haga de “sparring” ante la oposición.
Pedir la dimisión del Sr. Noria sería una estupidez por nuestra parte, pues bien sabemos de su “talante y coherencia ideológica” que le impiden que tal término esté en uso en su léxico habitual. Pero en nuestra candidez pensábamos que el Sr. Romero sería distinto pero…., parece que no, parece que el poder sigue haciendo de las suyas con quien lo obtiene de forma protésica, como es en este caso. Le tenemos que recordar al Sr. Romero que las matemáticas no engañan y si tiene a bien refrescar lo que suponemos aprendió en el colegio verá que si cuenta los olmos “apeados” (sic) desde la rotonda de los juzgados hasta el caballo negro quizás le salga la cuenta de los 200 . Por cierto, la utilización del eufemismo “apeo” para denominar lo que claramente es un arboricidio tiene unas connotaciones y un “tufillo” nada recomendables. Esperemos que en la próxima tala salvaje que ejecuten estos señores……, que la harán, no les dé por utilizar el eufemismo de “solución final” pues sería más que preocupante.