Cuando en el conjunto de la provincia se produce un descenso de mil trescientas treinta y seis personas en las listas del paro, en la real villa desgraciadamente tenemos que soportar un aumento de ciento cincuenta y tres desempleados/as.
Desgraciadamente la falta de carga de pedidos en Astilleros y la escasa actividad industrial, a pesar de tantas promesas de instalación de nuevas empresas en nuestro término municipal, no invitan al optimismo.
La difícil situación por la que están atravesando muchos de nuestros vecinos/as se está trasladando poco a poco a la calle, en forma de manisfestaciones y concentraciones de parados/as pidiendo trabajo, de trabajadoras y trabajadores, por ejemplo de la limpieza, denunciando retrasos en el cobro de sus nóminas y en otros casos de trabajadores manifestándose para evitar el cierre de sus empresas, y defendiendo sus puestos de trabajo, como puede ser el caso de IPREAL.
Aunque se trata de una situación que depende en su mayor parte de responsabilidades que no son achacables al equipo de gobierno municipal, tampoco podemos obviar que la situación en Puerto Real se ve agravada por la incompetencia y mala administración y gestión que el Ayuntamiento de Puerto Real hace de sus recursos económicos y la política nada clara a nivel de contrataciones y el uso partidista y particular del empleo en las empresas municipales.