Los Verdes ha presentado a la aprobación inicial del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) una cincuentena de alegaciones, de entre ellas cabe destacar su interés en la conservación de la estación de trenes, para evitar su previsible derribo con el desarrollo del soterramiento de la vía del tren.
La Estación no se ha incluido en el Catálogo del Patrimonio Histórico de Puerto Real, que forma parte del PGOU y cuya finalidad es precisar los bienes y espacios que por su valor deben ser objetos de una especial protección. Esta exclusión hace previsible que el destino que se prevé para este edificio histórico sea el derribo, ya que no existe ninguna garantía en el Plan General para su conservación.
A esto se le suma además que el alcalde Barroso tampoco supone ninguna garantía para la conservación del Patrimonio Histórico de Puerto Real, como así lo ha demostrado en multitud de ocasiones con derribos como el Chalet de Comes, la Caja del Agua del Paseo, la antigua Biblioteca, el Teleclub o las nefastas remodelaciones del Porvenir y Plaza Jesús, por citar algunos ejemplos de las tropelías que ha hecho con el patrimonio de Puerto Real. Los Verdes se muestran contrarios a la cultura del despilfarro edilicio, al derribo por el derribo, máxime si afecta a un bien patrimonial ubicado en una zona estratégica de la ciudad al cual podría dársele un uso público.
Para Los Verdes la Estación no recibe por parte del equipo de gobierno tripulado por Barroso el respeto y la consideración que se merece, a pesar de ser una de las más antiguas del territorio nacional y ser parte de la primera línea férrea de Andalucía (año 1854), en su fase de ampliación de la línea de El Trocadero (año 1856) a Cádiz (años 1860). Las modificaciones posteriores de la estación no han alterado ninguno de sus elementos estructurales, manteniéndose éstos intactos, apenas se ha enfoscado el ladrillo primitivo y tras el falso techo se encuentra la cubierta original.
Por todas estas razones Los Verdes han pedido en sus alegaciones al PGOU que se proteja integralmente la estación para su uso público. De modo que se evite su derribo como ha ocurrido con las estaciones de El Puerto de Santa María y San Fernando, edificios singulares que también hubieran merecido protección.
La Estación no se ha incluido en el Catálogo del Patrimonio Histórico de Puerto Real, que forma parte del PGOU y cuya finalidad es precisar los bienes y espacios que por su valor deben ser objetos de una especial protección. Esta exclusión hace previsible que el destino que se prevé para este edificio histórico sea el derribo, ya que no existe ninguna garantía en el Plan General para su conservación.
A esto se le suma además que el alcalde Barroso tampoco supone ninguna garantía para la conservación del Patrimonio Histórico de Puerto Real, como así lo ha demostrado en multitud de ocasiones con derribos como el Chalet de Comes, la Caja del Agua del Paseo, la antigua Biblioteca, el Teleclub o las nefastas remodelaciones del Porvenir y Plaza Jesús, por citar algunos ejemplos de las tropelías que ha hecho con el patrimonio de Puerto Real. Los Verdes se muestran contrarios a la cultura del despilfarro edilicio, al derribo por el derribo, máxime si afecta a un bien patrimonial ubicado en una zona estratégica de la ciudad al cual podría dársele un uso público.
Para Los Verdes la Estación no recibe por parte del equipo de gobierno tripulado por Barroso el respeto y la consideración que se merece, a pesar de ser una de las más antiguas del territorio nacional y ser parte de la primera línea férrea de Andalucía (año 1854), en su fase de ampliación de la línea de El Trocadero (año 1856) a Cádiz (años 1860). Las modificaciones posteriores de la estación no han alterado ninguno de sus elementos estructurales, manteniéndose éstos intactos, apenas se ha enfoscado el ladrillo primitivo y tras el falso techo se encuentra la cubierta original.
Por todas estas razones Los Verdes han pedido en sus alegaciones al PGOU que se proteja integralmente la estación para su uso público. De modo que se evite su derribo como ha ocurrido con las estaciones de El Puerto de Santa María y San Fernando, edificios singulares que también hubieran merecido protección.