En un debate con representantes de los distintos grupos municipales acerca del proyecto de Las Aletas, nuestro representante Enrique Vite se quedó sólo en la lucha por la preservación y recuperación de esta zona de marismas, como espacio natural único por su biodiversidad y capacidad generadora de vida.
Por el contrario, en el mismo espacio, el Concejal de Medio Ambiente, D. Pedro Romero (PSOE), se erigía en el máximo defensor de la urbanización de este terreno irregular e ilegalmente afectado antes de la democracia para supuestos cultivos agrícolas, haciendo además méritos como palmero del representante de IU, a la sazón Concejal de Urbanismo, D.Antonio Noria, cuyas intervenciones hicieron que prácticamente no se echara en falta al representante de la derecha de nuestro pueblo, ausente por enfermedad, D. José Antonio Aldayturriaga
Nunca el Medio Ambiente en este pueblo se ha visto tan castigado, a pesar de la desastrosa gestión barrosista y de sus distintos equipos de gobierno, como en el corto periodo de tiempo que lleva en manos del Sr. Romero que, a la vista de su actitud insistente en defensa de valores conservadores y recalcitrantes en perjuicio de nuestro patrimonio medio-ambiental, lo mismo podía haber sido Concejal de Medio Ambiente en una supuesta coalición de izquierdas que concejal de papas con carne en un gobierno de derechas.
En definitiva que, aunque en total sintonía con los grandes y pequeños movimientos asociativos ecológicos como ADENA, GREENPEACE, EA o AGADEN, en el ámbito político somos los únicos en defensa de una postura en la que la creación de empleo y conservación del medio natural van de la mano, mientras que el resto de formaciones se afanan en destruir nuestro entorno natural y culparnos de sus fracasos en política económica y de empleo.
Habrá que recordarles a estos señores que los únicos culpables de los vergonzosos y dolorosos niveles de paro, 4.962 parados en Puerto Real, son ellos y sus partidos, y que lo que falta en nuestra Bahía no es terreno industrial, ni humo, sino empresas que generen empleo de calidad y sostenible, aspiraciones a las que nuestros gobernantes locales, provinciales, autonómicos e incluso estatales parecen haber dado la espalda, ignorando por completo las posibilidades de las energías renovables y el medio ambiente como fuentes generadoras de empleo.