En los últimos días se está llevando a cabo otra brutal tala indiscriminada de pinos en la barriada del Río San Pedro, ayer mismo pudimos ver como ejemplares sanos, preciosos, con mas de 20 años de edad, eran salvajemente talados y hecho añicos.
Con las excusas de no se sabe que extraña enfermedad,o el daño que producen estos árboles en el acerado o escudándose en las quejas de los vecinos por la proximidad de los pinos a sus viviendas, este ayuntamiento está "apeando" con saña la mayor parte del arbolado de esta barriada.
Hay que recordarle al Sr. Barroso que fue él mismo quien los plantó, por lo que, en cualquier caso, debe asumir la responsabilidad de la tala o de ese grave error a la hora del diseño de la urbanización de la barriada, con el agravante de la reincidencia, pues no es la primera vez que por culpa de la improvisación, o no se sabe de que oscuros intereses , se adornan nuevas barriadas con especies totalmente inapropiadas para el lugar, que luego deben sustituir por otras,dando lugar a una sangría como a la que estamos asistiendo en el Río San Pedro, generando además,curiosamente, pingues beneficios a terceros, por la adquisición de nuevos árboles, cuando de haberse actuado correctamente en su día hoy no sería necesaria ni la tala ni la reposición.
Lo mínimo que puede hacer este equipo de gobierno con el Sr. Alcalde a la cabeza es quitarse el antifaz de defensores del medio-ambiente, y de amantes de lo natural y de lo ecológico y sostenible, máscara que se colocan cada vez que hay alguna efeméride relacionada con el medio-ambiente, como bien podemos observar estos días con los actos por la celebración del centenario de la compra de Las Canteras por el pueblo de Puerto Real.
Que le aprovechen los actos, los golpes de pecho y las medallas que se quieran colgar durante las jornaditas en las que sufren un repentino amor por lo verde, pero eso no va tapar la responsabilidad que tienen en la sangrante destrucción que durante su mandato se está produciendo de nuestro patrimonio medio-ambiental, y de gran parte del arbolado referencial de la ciudadanía.