26 octubre, 2009

Los Verdes se rebela contra la falta de democracia en el Ayuntamiento de Puerto Real

Por enésima vez, Los Verdes vamos a denunciar la falta de democracia en las instituciones municipales, y vamos a declinar la invitación para participar en el Consejo Extraordinario de Ciudad convocado para mañana 27 de octubre, y cuyo único punto son las ordenanzas fiscales para el ejercicio 2010.

No queremos ser cómplices en la subida del 3% que el Ayuntamiento pretende aplicar a estas tasas y que intentará legitimar a través del Consejo de Ciudad, igual que ha hecho con otros asuntos, llevando el tema a este órgano y buscando luego presentar la subida como si fuese una propuesta emanada de este órgano de pseudoparticipación y que Barroso utiliza, igual que hace con todo el entramado de participación ciudadana, para enmascarar sus formas dictatoriales de gobierno, apoyado en el rodillo formado por IUnistas y socialistas.

Como él bien sabe, el auténtico órgano de participación ciudadana es el Pleno del Ayuntamiento, donde están representados los ciudadanos a través de los concejales de los distintos partidos, legítimamente elegidos por el pueblo, y es aquí donde Barroso debería demostrar esa forma democrática de gobernar, de la que tanto presume, y donde en cambio ignora a los grupos de la oposición, como demuestran, entre otros, su falta de respuesta a las preguntas y cuestiones que planteamos y al incumplimiento de las mociones presentadas por la oposición y aprobadas incluso con sus votos y que luego acaban llenas de telarañas en cualquier cajón de Ayuntamiento, demostrando con ello una falta de respeto inaceptable por los representantes de los ciudadanos que no le han votado, que es lo mismo que faltarle el respeto a los mismos ciudadanos a los que luego dice dar voz en estos foros.

Por todo lo expuesto anteriormente mañana no acudiremos a la reunión del Consejo de Ciudad, postura que mantendremos hasta que no se produzca un cambio por parte del equipo de gobierno que suponga la aplicación de una conducta democrática real en la forma de entender y gobernar todos los ámbitos de la vida pólítica de este pueblo, y donde los órganos de participación no se utilicen para la legitimación de fines partidistas y de gobierno.