28 enero, 2010

Otra muestra más de dejadez, abandono y pasotismo del Ayuntamiento de Puerto Real.

A fuerza de sucesivas remodelaciones, hace ya algún tiempo que Barroso consiguió transformar la emblemática Plaza Jesús en un espacio frío e impersonal, hasta tal punto que esta dejó de ser un acogedor espacio de encuentro y de convivencia de los puertorrealeños/as para transformarse en una amplia y vulgar vía de transito, por la que sólo circulamos de paso hacia otro lugar.

El resultado no debe gustarle ni a él mismo, dado el estado de abandono en el que se encuentra esta plaza.

Como simple botón de muestra, basta con observar que de los 12 bancos que formaban parte del equipamiento de la misma tras la enésima remodelación, sólo seis continúan en su sitio.

El último tras llevarse allí tirado todo un fin de semana, sin la más mínima actuación por parte del Ayuntamiento por volver a anclarlo en su sitio o por retirarlo.